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Odradeck

Nightmares

 

Sin vigilancia en un pseudo sacrilegio de ángeles noctámbulos

repito las palabras que la tierra hundió en nuestro propio orden,

tan lejos de las realidades universales que rigen la enfermedad y el caos,

tan dolorosamente cerca de la fugacidad que abraza a las estrellas que regalan deseos

a cambio de romper el cielo con sus juegos geométricos.

 

Ya los centros neurálgicos se perdieron en los laberintos engañando a todos los mortales,

tragándose sin contemplación las flores que otorgan elegancia y clase a la mediocridad que las rodea.

 

No existe combustión más lenta que la de extinguir la electricidad

de esas ondas que trabajan arrancando migraciones de uniones casi magnéticas,

ni sonatas para silencios que no se llaman más Poesía sino Absurdidad.

 

“Son como descargas de humo que se instalan en el pecho para respirar lo de siempre”

 

(No le interesa)

 

“Como si las palomas se acordaran de lo que las envenenó y sobrevolaran sus basureros arrancándoles los parches de cemento llamados Ciudad”

 

(No le interesa)

 

“Como la mezcla de ingratitud y excrementos que convierte el cielo en un mundo impenetrable”

 

“Déjeme en paz”

 

Nada se quiere saber, no se quieren saber más, es cuando los espacios no dan más de sí y se convierten en rompibles por necesidad o por voluntad de los desgraciados que recién se acuerdan.

 

Quién se engaña y se ríe y no conserva oro en sus bolsillos,

quién no guarda las cortinas siniestras las siniestras ventanas que nacen monstruos

mientras la luna juega a ser Sol

a iluminar

a reflejar

a ser día

y nadie puede dormir

Por ser juego el que se agranda en una cancha ahí arriba

todos aplauden gritan se dan la mano,

todos ahí arriba mezclados entre dinosaurios que no creen en aficiones que son sabios

y gobiernan porque está lleno de hierba

con las patas saludan a los bailarines

el ritmo se diluye en los relojes y en el tiempo de cada uno de nuestros dedos, diez años para cada derrota

habrá que empezar a llorar.

 

Entre tanto:

Espigas y otras plantas dolientes que se vuelven de algodón en cada victoria

Mapas que se pierden entre espacios de polución grises y amarillos

Construcción mundial elevada con comas que se tambalean en vano

Gritos silenciosos, abruptos precipicios, intentos, intentos, siempre intentos de suicidio

Nubes de hierro están de guardia se quedan adentro vigilantes de hierro

Alteración de la literatura, verbos palabras cristales se rompen igual que los días

Ceniza irreparable inconformista

es una pesadilla.

1 comentario

Angie -

La Luna no quiere salir, y nosotros, los humanos, nos desesparamos..
No queremos el tiempo, éso es para otros..

Besos para lo escrito..