Díganle que supimos antes,
Que habíamos hecho antes
El desande del camino,
La perla tropezada,
El gargarear los soles.
¡pero antes, mucho antes!
La colmena, el rumor velado
Y el cómo salpican las ciudades su aroma clandestino de incesto,
Sus gonorreas de neumático ardiente...
Pero hemos surcado el horizonte, lo hemos vaciado ¡Dentro!
En Buenos Aires, en un cuarto cualquiera,
Un pulso cualquiera
Responde a su suerte
Acurrucando a su nombre
Escrito en algún lado.
Ofrecemos nuestros huracanes amordazados
Que danzan entre las colillas de los ceniceros.
Tú construyes tus puentes, pero yo sigo descalzo.
Traes dentistas, pero mastico la luz del sol.
Nos bendices de aburrimiento
Ciudad.
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